sábado, 17 de mayo de 2014

F.C. BARCELONA: COLORÍN, COLORADO UN LEGADO DILAPIDADO.

El Barcelona tiró definitivamente la Liga con un empate con el Getafe acorde a su rendimiento durante toda la temporada, con desgana, sin pasión, sin las ideas claras, perdiendo el tiempo y viviendo de lo que una vez fue. Tuvo una segunda oportunidad en Elche y las constantes vitales no mejoraron. La última oportunidad, en el Camp Nou, con todo a favor, tampoco ha sido suficiente.
Dicen que la victoria tiene muchos padres y la derrota ninguno. En este caso no es cierto porque entre todos le mataron y él solo se murió. Ningún estamento del club ha estado a la altura de las circunstancias, ninguno ha liderado una reacción cuando el asunto se puso feo quizás porque fuera del campo ninguno de los responsables era el adecuado y dentro del mismo porque la mayoría necesitaba, el año pasado y este también, algo, aunque sea un leve movimiento de tierra en sus estatus que consiga reactivarlos, a los que se pueda reactivar.
A Rosell se le acusaba veladamente en cada rueda de prensa del entrenador o los jugadores que se refería a todos y cada uno de los embrollos extradeportivos que han salpicado al Barça esta temporada y que esgrimían como una posible excusa. El caso Messi, el caso Neymar, el caso de la cantera. Mucho ruido, demasiado. El responsable en la mayoría de los casos es él, el presidente que salió por piernas, aunque mantenga que se fue por temas personales sin asumir realmente ninguna responsabilidad y quitando toda carga épica a su decisión. El presidente entrante en lugar de optar por el perfil bajo para solucionar tanto lío se apuntó a la teoría de la conspiración. Además a Bartomeu nadie lo ha elegido. No tiene ninguna legitimidad por más que se escude en que se ha elegido a una Junta Directiva, al final lo que cuenta es quién pone la cara al cartel y él no fue. 
Zubizarreta ha pecado por omisión. No ha atendido a las necesidades reales de su equipo y un año después estamos en el mismo lugar, con similares dudas y con idénticas carencias. Tanto es así que el elegido ha sido el descartado el año pasado, camino desandado, volvemos al punto de partida. Para central se reactiva la opción de Agger, en el recuerdo la esperpéntica rueda de prensa de Zubi en la que de facto descartó a cualquier central del mundo como fichaje porque no cumplían los requisitos mínimos de inteligencia. Como portero se permitió que no hubiera opción para sustituir a Valdés este año, y se pagó en momentos muy puntuales e importantes, mientras que se esperaba a Ter Stegen y sin crear otra opción más por si falla el rendimiento de quien es una incógnita en el máximo nivel. De cualquier manera por mucho que haga Zubi en verano no va a traer a ningún jugador mejor que los mejores jugadores de la plantilla. Todos serán complementarios, ninguno arrastrará a los demás a un rendimiento mejor. Todo pasará por el entrenador y el acierto de este para tocar el orgullo de jugadores que han ganado todo varias veces para volver a conquistarlo. 
Porque Gerardo Martino no ha logrado eso. Nadie sabe a ciencia cierta por qué vino él y no otro, se intuye que fue porque los favoritos estaban comprometidos y porque se quiso contentar a Messi mejorando todavía más la zona de confort que había logrado (y que ha mejorado con 20 millones de sueldo anuales ayer) y que ha comprometido la toma de decisiones (Por ejemplo la renovación perpetua de Pinto). Llegó y no conocía el fútbol europeo, ni la Liga ni un club en el que es difícil navegar no solo día a día sino hora a hora. Y lo ha pagado. Llegó con demasiado respeto a dirigir a unos jugadores tan grandes que reconoció que sería muy difícil para él corregirlos. Y lo ha pagado. Llegó para recuperar ideas o conceptos propuestos por otro y que se habían perdido y no para imponer los suyos propios, ha sido un poco Groucho Marx cambiando a cada contingencia la forma de jugar y solo ha hecho el equipo que quería renunciando a Xavi, a los cuatro centrocampistas y a la elaboración en los últimos dos partidos. Normalmente se paga no ser fiel a tus principios. Y lo ha pagado. Y ahora nadie confía en él. Quizás hubiera sido mejor que en lugar de presentarse como un simple continuador hubiera propuesto un cambio más radical, de frente, sin engañar a nadie, con unas ideas propias que hubieran sido las mismas durante toda la temporada. Las críticas hubieran sido también las mismas pero seguramente su discurso y su defensa de sí mismo hubiera sido más sólida y contundente.
El éxito de Guardiola no empezó por los jugadores a los que fichó sino por los jugadores de los que prescindió. Dejen de entrar antes de salir. A parte de jugadores que no llegan al nivel mínimo exigible como Pinto, Song o Sergi Roberto (No definitivamente pero sí para tener los minutos que en Barcelona nunga tendrá, como Rafinha) hay otros jugadores que deberían salir o cambiar su rol dentro del equipo. Dani Alves es uno de los que debería salir, en las temporadas anteriores su escasa atención defensiva y sus libertades para abandonar la posición se compensaban por el rendimiento que daba en ataque, desde hace un par de temporadas no. Se debería aprovechar que Alexis ha dado un rendimiento goleador notable (y ficticio, teniendo en cuanta las muchas que desperdicia) para dar salida a un jugador que nunca ha cumplido las expectativas con las que llegó. Mascherano no es central y nunca lo será su altura penaliza el juego aéreo, se anticipa bien, pero sufre en el área, tiende a defender donde está el balón sin ocuparse de su zona y va al suelo con demasiada facilidad, como mediocentro nunca funcionó en el Barça. 
Xavi y el entrenador que esté deberán analizar cual debe ser su nuevo papel dentro de la plantilla. Ni puede seguir siendo fundamental con el nivel que tiene ahora ni debe jugar una cantidad tan ingente de partidos para un jugador que nunca a sido un superdotado físico, todo lo contrario, y que tiene 34 años. A la vez deberán confiar o liberar a Cesc, su único sustituto viable una vez que se dejó marchar a Thiago. Cesc ha sido el mejor centrocampista del equipo este año (los descreídos comprueben las estadísticas oficiales del club y compárenlas con las de Xavi) y aún así no se ha confiado en él, desterrado a ese puesto en el que con garantías solo puede jugar Messi y tomado como cabeza de turco tras la eliminación en Europa, echado a los leones cuando todos habían dado por terminada la temporada. Si las dudas persisten que lo dejen marchar y se abran nuevas vías, seguramente peores.
Y queda Messi. Este año se ha pagado la irresponsabilidad de sacarlo a jugar al final de la temporada pasada lesionado y en malísimas condiciones tanto en Champions como en Liga como si el mundo se fuera a acabar al día siguiente. Él sabe las consecuencias, los demás ahora también (O no, ejemplo Costa). No se le puede reprochar nada cuando el año pasado lo dio todo, en realidad se merece este "descanso" y ha sido un descanso en el que ha marcado, hasta ahora, 28 goles en Liga. Dudar de si debe seguir no es ninguna opción. Mal 28 goles, regular quién sabe, bien otra vez la gloria. Nadie da más. Su subida de sueldo no es una cuestión imputable a él, sino al irresponsable que trató de pagar más a Neymar sin que el argentino se enterase. Mal por supuesto. 
En cualquier caso el año pasado se renunció a una transición tranquila después de conseguir la Liga. Este año desde la derrota los cambios serán más traumáticos, la paciencia menor. Es lo que eligieron Rosell, Bartomeu y Zubi. Es lo que tienen.

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