Después de una semana "simpática" como dice Luis Enrique o jodida como dice el común de los mortales el Barça ha estado a punto de empezar una semana "simpatiquísima" o muy jodida salvada en el último cuarto de hora ante el Almería. La máxima preocupación de LE es que la veda se ha abierto para la crítica de la prensa, parece que el juego espeso de su equipo y sus propias decisiones poco acertadas le importan menos. El parón le vendrá bien para reordenar ideas y hacer un replanteamiento de algunas cuestiones después del primer cuarto de temporada.
Lo peor de todo no es que el Barça pierda o gane sin convencer, que es aceptable, sino que el Barça no sabe hacia donde va.
Pasamos de salir en París con el plan original del entrenador de presión y verticalidad a volver a la temporada pasada con una alineación que hubiera firmado Martino y que giraba en torno al toque y pausa Xavi para a continuación entregar el equipo a los delanteros sin ningún peso de los centrocampistas. En su día Martino persistió en un equipo que se acabó en Munich y Luis Enrique tiene tentaciones de volver a él o no dependiendo del día.
Mientras se vive de la calidad de la delantera. Es díficil que alguno de los tres cracks no tenga el día. Pero el sistema y la tendencia no multiplican su talento. Con suerte alguna vez lo suman.
En todo este proceso Rakitic ha salido muy dañado. En París fue uno de los señalados, en Madrid sufrió un banquillazo inexplicable y contra el Celta, una vez totalmente desorientado, se le da el mando en plaza. siguió igual en Almería. Un ejemplo de cómo no se debe actuar con quién debe o quieres que conduzca el juego de tu equipo y un ejemplo de la precariedad en el centro del campo azulgrana: Sergi Roberto y Rafinha con sus carencias físicas y haciendo la pretemporada en el puesto de falso nueve no son alternativas para partidos de dificultad alta o media. Queda Xavi. Y Xavi ahora es lo que es. Ni domina los partidos ni puede cambiarlos. Puede hacer una faena aseada y dar el pase si la cosa no se pone demasiado dura. Otra en el debe de Zubi.
La media es un espejo de la falta de identidad del Barça y la defensa de la falta de personalidad de Zubizarreta y Luis Enrique. Guardiola no empezó su época triunfal por los fichajes que hizo sino por los jugadores de los que prescindió. Jugadores que ni estaban en su mejor momento ni podrían volver a él (Ronaldinho y Deco) o jugadores que eran muy difíciles de manejar con una manera de pensar muy suya (Eto´o). En la defensa azulgrana se reúnen ahora mismo Piqué y Alves, generan más ruido y confusión dentro y fuera del campo que fútbol dentro de él.
Hay muchos Piqués y no están en este Barcelona. Ni el de la bombas fétidas, ni el de la bronca con los municipales ni el que juguetea con su móvil en el banquillo son los que se necesitan. No se le pide su mejor versión porque es difícil volver a la cumbre cuando te has bajado de ella más o menos voluntariamente. Hace falta mucha fuerza de voluntad y concentración y no es el caso, parece. Y sin embargo al 80% sería imprescindible gracias a, una vez más, la gestión de la dirección deportiva. Solo Zubi puede fichar a un jugador que lleva dos meses lesionado sin fecha de vuelta y solo LE puede poner sus esperanzas en un jugador como Mathieu en el que tanto confía que en el partido más importante de lo que va de temporada queda desplazado al lateral. Queda Mascherano porque Bartra necesita 10 partidos seguidos y mucha confianza. Además la mayoría intuye que Mascherano sería más decisivo como pivote en el medio.
El tema de Alves es más sangrante aún. Un jugador que miente cuando dice que tiene contrato hasta el 2016 para luego rectificar porque acaba contrato, gracias a Dios, en junio de 2015. Un jugador que afirma tiene como objetivo irse a la Premier. Un jugador que se permite el lujo de ajustar cuentas en cualquier RdP con todo y todos incluido el público que le paga. Un jugador que es una rémora en el campo en los partidos grandes y en los chicos. Un jugador que no tiene sustituto. Montoya ha sido laminado y Douglas es fruto de los tejemanejes del Barça en Brasil y el que más confianza genera en LE es Adriano un zurdo. Alves es un jugador que no debía seguir bajo ningún concepto.
Mucho trabajo tiene Luis Enrique es este parón. Lo primero aclarar sus ideas y lo segundo aclarar los roles. Hay asuntos que no se pueden dilatar más.
