Esto ya huele. Huele mal. Demasiados asuntos. La selección española de fútbol tres partidos después del fracaso Mundial no ha abierto aún las ventanas para airear el ambiente decidido el seleccionador a preservar un ecosistema destinado irremisiblemente a la extinción por el paso del tiempo (o lo está ya o le falta muy poco) o a cambios más importantes para mejor vida de las pocas nuevas especies que lo habitan. Mientras, volvemos a tiempos anteriores a la época de Clemente, incluso a la de Luis Suárez. España ya no puede ser considerado un equipo fiable en la fase de clasificación. No da esa impresión. Suerte que el grupo sea, objetivamente, muy asequible. Y que se clasifiquen dos equipos.
Perseverar en un proyecto agotado y no cambiar nada pese a que nada es igual es muy propio de Del Bosque. Él es así. Y es una decisión suicida como aquella que llevó a ir a la máxima competición de selecciones con los pretorianos, estuvieran bien, regular o mal sin atender nada más que a la hoja de servicios. Por lo menos hasta el partido de Holanda, después algunos fueron señalados y apartados.
No se puede decir que Casillas haya exportado sus problemas en la portería del Real Madrid a España. Ya lo hizo en la Copa Confederaciones y lo siguió haciendo en el Mundial. Ayer dio una vuelta de tuerca más. En un balón no sencillo, puede que difícil por el efecto pero en cualquier caso no imposible hizo lo que haría cualquier portero de Primera Autonómica. Y esta vez si falló, suerte tuvo de que no fuera en el Bernabéu. Y tuvo grandes consecuencias el equipo cayó a continuación presa de sus recuerdos y Eslovaquia encontró las circunstancias ideales para meterse aún más atrás ante un conjunto que no encuentra el gol ante equipos medios o iguales a lo que se supone que es España. Veremos cuanto más dura el intento rehabilitador de Del Bosque, para mi gusto ya demasiado porque el inicio fue junio de 2013. Quizás sea el momento de dejar de emborronar un legado impresionante.
Sobre la defensa ya se ha hablado bastante. De Piqué y del resto de lo centrales. En cuanto a los laterales quizás no tienen el estado de forma necesario para llevar todo el peso de una banda en ataque. Se ha llevado a cinco, puede que denote dudas también en esos puestos. Demasiadas dudas.
Sobre la defensa ya se ha hablado bastante. De Piqué y del resto de lo centrales. En cuanto a los laterales quizás no tienen el estado de forma necesario para llevar todo el peso de una banda en ataque. Se ha llevado a cinco, puede que denote dudas también en esos puestos. Demasiadas dudas.
En la media se ha nombrado a Koke y Cesc herederos de Xabi y Xavi respectivamente, no seré yo el que diga que es una mala opción ante el nivel actual de Iniesta y la edad de los tres, mirando al futuro, y a la espera de si se reincorpora Thiago. Se pretende que los nuevos hagan lo mismo que los de antes con los mismos compañeros de línea sin reparar que ni tienen las mismas virtudes de los Xav(b)is ni los mismos defectos. Son distintos y necesitan otras opciones, quizás más campo libre, quizás más compañeros por delante y menos a su altura...
Y lo de Costa. Seguramente ante Luxemburgo abra su cuenta como goleador internacional. El caso es que ayer hizo su mejor partido con la selección y, aún así, no marcó.Y no se ve una conexión estable con ninguno de sus compañeros. Quizás porque los otros 10 están acostumbrados a jugar sin nueve cuando se han juntado en el equipo nacional. Quizás porque, como Koke y Cesc, necesite otras opciones también. Y los partidos siguen pasando y Alcácer sigue marcando. Quizás haya que dar una oportunidad a Paco pese al empeño del Marqués con Costa si el suplente sigue mezclando mejor que el titular.
Dice Del Bosque que no cree que la selección haya entrado en una dinámica negativa. No miente. No estamos en el inicio de nada porque estamos casi al final del proceso de descomposición: la putrefacción avanzada. Quizás haya que llegar hasta el final para que haya un nuevo inicio. Lo único que todo será más traumático. La historia de siempre en el fútbol español.
