jueves, 30 de enero de 2014

F.C. BARCELONA: CANTERA SATURADA POR EL ÉXITO.

Ser de la cantera y jugar en uno de los grandes del fútbol español es, demasiadas veces, altamente incompatible. 
En la etapa de Guardiola al frente del F.C. Barcelona, parecía que el ascenso al primer equipo culé era más factible que nunca, se confiaba en la cantera y la cantera solía responder, muchos probaron las mieles del primer equipo y bastantes se quedaron. Sin embargo este modelo quedó saturado por el éxito y los jóvenes vuelven a ver el primer equipo y, por supuesto, la titularidad como algo bastante lejano.
Xavi, Busquets e Iniesta, más el recuperado Cesc, hacían (y hacen) muy difícil para un joven centrocampista de la Masía disfrutar de minutos durante la temporada. Thiago lo sufrió más que nadie y al final de la temporada anterior decidió marcharse al ser ignorado sistemáticamente en los partidos decisivos de la temporada por Tito y no encontrar mucho cariño ni en Zubi ni en Martino, que no hicieron declaraciones tan contundentes como las del hermano de su representante, que ahora disfruta de él, y mucho, en el Bayern. Un error histórico en mi opinión. Y más teniendo en cuenta que su hueco está siendo ocupado por Sergi Roberto, pendiente todavía de evaluación completa y esperando que rompa la ortodoxia y haga algo más interesante que un pase sencillo y mantener la posición.

miércoles, 29 de enero de 2014

F.C. BARCELONA: HURGAR EN LA PROPIA HERIDA.

El caso Neymar se cobró la mayor pieza que podía: El Presidente del F.C. Barcelona. Fuera el origen de la investigación abierta por la Audiencia Nacional una falta de atención al Cliente con amenazas de Freixa incluidas, fuera Cases un testaferro de Laporta o algún otro candidato para cargarse a Rosell o incluso un ataque de responsabilidad con la Hacienda Pública de un socio con dos dedos de frente, fuera lo que fuera lo cierto es que después de la dimisión de Rosell el asunto debería haber quedado ahí para empezar una nueva etapa. 
Pero Bartomeu, el nuevo presidente, se encontró con la irresistible necesidad de marcar el territorio como lo hacían los mandatarios blaugranas hace treinta años: Achacando al Madrid y a Madrid los males ajenos. Ahora el caso Neymar sigue vivo en los medios cuando debería dormir el sueño de los justos hasta que la fiscalía decida qué hacer. Ahora la prensa de Madrid machaca una y otra vez con la "madriditis" ya sea al propio Bartomeu, a Martino o a Piqué cuando le toque.
No debería Bartomeu buscar posibles culpables fuera del Barça, incluido él que también firmó en los controvertidos contratos, y menos en un club que deportiva y socialmente va a remolque del F.C. Barcelona desde hace veinte años. 

jueves, 23 de enero de 2014

ROSELL: LA NOCHE MÁS OSCURA.

Algunos pensábamos que el fichaje de Neymar era innecesario y bastante alejado de lo realmente imprescindible para que el Barça abandonara esa imagen decadente de la segunda mitad de la pasada temporada, es decir que más bien la llegada del brasileño actuaba a modo de fuegos artificiales para distraer al personal y pasar mejor el mal sabor de boca que dejó el correctivo alemán en la Champions. Rosell, sin embargo, pensó que era la mejor forma de reactivar a un equipo campeón de todo y a la principal estrella planetaria era fichar a un joven con un talento todavía por calibrar en Europa. 
Algunos pensábamos que el fichaje de Neymar podía ser un gran petardazo deportivo y una bomba de relojería en el vestuario. A mitad de temporada lo primero está descartado, como está descartado que en un par de años el brasileño marque efectivamente las diferencias en unas competiciones que se le están haciendo un poco cuesta arriba y de lo segundo, por ahora, no hay noticias ya que Neymar optó por cortarse la cresta, tanto la real como la virtual, para convivir con Messi.
Lo que nadie pensaba es que el fichaje de Neymar supondría la caída de Rosell, por su empeño en hacerse con sus servicios a cualquier precio.

martes, 7 de enero de 2014

DI MARIA: LA BALADA DEL SOLDADO EJEMPLAR.

Las cosas cambian en el mundo del fútbol a la velocidad del rayo. Hace unos meses, en septiembre, Ángel Di Maria era el soldado ejemplar. Que venía Bale, daba igual, él no tenía miedo, se quedaba a competir porque era un profesional seguro de su valía, según sus entrenadores era un jugador importante, tranquilo y contento. La prensa se apresuró a comparar su actitud con la de Ozil, incluso la "piedra angular" del proyecto deportivo blanco lo hizo. El alemán no levantó la voz ante la llegada del galés que venía con la titularidad asegurada y que hacía imposible jugar en el once inicial con continuidad, además trajo un montón de millones y se marchó. El Real Madrid ganó y él también, como se ve poco profesional. En el Arsenal tiene un ecosistema más favorable para sus aspiraciones. Fue tachado de cobarde y de escaso espíritu competitivo y Di María ensalzado por la prensa de mirada corta.