El partido de España empezó puntualmente a las 14.30 cuando Croacia y Grecia saltaron a la cancha en Eslovenia. El nivel de dramatismo del choque contra Italia se definiría dependiendo de si los griegos eran capaces de ganar su partido o no. Dos prorrogas y un duelo desigual entre Bogdanovic (22 puntos) por parte croata y Zisis y Kaimakoglou (14 puntos cada uno) por parte helena que se resolvió a favor del que más calidad tenía: Bogdanovic. Spanoulis esta vez no pudo decidir al cometer dos faltas absurdas y quedar eliminado. España estaba en cuartos
La bajada de tensión que tuvo lugar en la plantilla española fue tremenda y la consiguiente caraja en el primer cuarto de las que hacen época. Un cuarto tardó Marc en ponerse en marcha y se tuvo que emplear a fondo para dejar la primera parte en tablas (37-37). En el tercero todo parecía más fácil y en el inicio del cuarto con 45-60 a favor e Italia grogui a falta del golpe de gracia. Y luego llegó la debacle que llevaron a la prórroga (70-70) y a no comparecer en la prórroga y perder el partido por 86 a 81.
Las causas son diversas y conocidas, una la incapacidad española para cerrar los partidos contra los rivales de un nivel similar al suyo, contra Eslovenia, Grecia e Italia se ha tenido la oportunidad de dar el descabello y ha faltado carácter, instinto asesino, calidad...
Quizás el problema es que España no sabe generar en un partido más de dos focos en el ataque en este caso Gasol con 32 puntos y Sergio Rodríguez con 18 puntos, el resto quedaron muy lejos de acercarse a la decena de puntos.
Otra causa es la parálisis de Orenga en los momentos igualados y finales. Durante todo el tramo final de la segunda parte insistió con Llull, San Emeterio y Mumbrú en el campo. Con ellos llegó el bloqueo ofensivo del equipo y con ellos se insistió en la prorroga y se perdió. Mención especial merece Mumbrú, el titularísimo, que relegó a Claver, la grata sorpresa de este campeonato, al banquillo durante demasiados minutos. La aportación de Alex fue de 4 puntos y 5 rebotes en 27 minutos. Por segundo partido consecutivo Aguilar, el nuevo maldito, no tuvo ningún minuto, por su parte Gabriel volvió al ostracismo después de sus cinco minutos de fama frente a Finlandia.
La distribución de minutos de Sergio, el único que acompañaba a Marc en ataque con acierto, también fue muy discutible. Y quedó claro que confiar a Calderón el tiro exterior es una moneda al aire (1 de 6 en triples) que en los partidos complicados suele salir cruz. Es lo que tiene no tener ningún tirador en el equipo.
Y toca Serbia, con pivots como Krstic que complicarán mucho la vida de Marc, con cuatros muy poderosos físicamente y con muy buenos jugadores en el resto de los puestos y, sobre todo, con un entrenador, Dusan Ivkovic, que ya dirigía a Petrovic y Divac cuando Orenga estaba iniciando su carrera como jugador de la Selección. Esperemos que sea leve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario