Llegaba el Real Madrid a Valencia invicto en todas las competiciones, rey en España y postulado a emperador europeo y todo el mundillo del baloncesto sabía que se enfrentaba a su mayor reto hasta la fecha. El Valencia Basket y la cultura del esfuerzo de Roig y Perasovi habían encadenado una racha de victorias casi tan impresionante como la del conjunto blanco después de la derrota inicial y un tanto estrambótica ante el F.C. Barcelona.
Y durante los dos primeros cuartos parecía que la primera derrota del Real Madrid iba a llegar, aún sin la participación de Justin Doellman, desaparecido durante todo el encuentro, Ribas (13 puntos) y un totalmente "on fire" Lafayette (17 puntos) pusieron a los blancos contra las cuerdas con el apoyo interior de Lishchuk (12 puntos). El resultado al descanso era esperanzador para los naranjas (45-31).
Luego llegó el tsunami, con 51 puntos del líder en los dos segundos cuartos, con varios jugadores incrementando su nivel, uno tras otro. Rudy con 18 puntos, Mirotic con 16, Sergio Rodríguez repartiendo asistencias, 9 en total, y Reyes en el momento justo y el sitio adecuado, 9 puntos y 7 rebotes. A ello se sumó un trabajo defensivo bestial con mención especial a Marcus Slaughter.
La rebelión había sido sofocada. Al Valencia, como el día del Barça, le pudo la presión de derrotar a un grande, con el tiempo se curará. El Real Madrid está a la espera de quien le pinte la cara esta temporada, este año solo queda el Joventut que en principio no puede suponer un gran obstáculo, veremos si en el estreno de 2014 el Barça ha terminado su rodaje otoñal de todos los años y puede competir en Madrid.
Por cierto, los tres jugadores más valorados de la jornada han sido españoles: Saúl Blanco, Corbacho y Rudy. No es una circunstancia que se de todos los días precisamente.
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