Que te toque el Manchester City en el sorteo de octavos de final de Champions League y sea la mejor noticia de la semana junto con la renovación de Iniesta (que terminaba su contrato en el lejano 2015) tiene mérito o más bien demérito.
Después de este nefasto sorteo los acontecimientos viraron hacía lo extradeportivo hasta convertir la crónica del Barça en una mezcla de El Poder del Perro y Margin Call con toques de Dinastía. La desmentida conexión colombiana del padre de Messi, la investigación de la Comisión Europea por la no conversión en Sociedad Anónima (sólo veinte años después para que digan que la burocracia europea va lenta) y la solicitud de un juez de la Audiencia Nacional del poco transparente contrato de Neymar arruinan la marca Barça en lo social e intranquilizan a muchos jugadores fundamentales en el futuro deportivo. Además el equipo no tira con su juego para anestesiar la situación.
Para rematar en Argentina dicen que el Tata Martino se quiere ir, lo que no se puede considerar del todo malo pero si inoportuno y Messi trata de afianzar más su inmenso poder dentro del club discutiendo con directivos sobre si ha solicitado un aumento de sueldo o no.
Mal acaba el año en lo extradeportivo. Demasiado ruido alrededor del F.C. Barcelona, demasiado de lo que abstraerse.
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