Todo es de color de rosa después de la victoria de España ante una Uruguay muy mediocre sin centro del campo y con defensas para salir del paso. Aún así ha sido un partido muy interesante para sacar conclusiones de dogmas de fe de la era Del Bosque que se han demostrado totalmente falsos.
La milonga del mediocentro.
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Hay que elegir entre los dos. |
Había que jugar con doble pivote. Era irrenunciable, el dúo Busquets-Xabi Alonso se repetía partido tras partido a pesar de que muchos decíamos que se doblaba un puesto innecesariamente y se empujaba a Xavi Hernández a posiciones en las que no podía sacar rendimiento a sus cualidades, jugando de espaldas y entrando muy poco en contacto con el balón. Del Bosque nunca ha sido un hombre del que destacara su capacidad de decisión, si había un problema le rodeaba, buscaba la solución más política, la menos conflictiva, pocas veces la mejor. Ayer con un solo mediocentro España jugó como hacía cinco años que no lo hacía, desde la Eurocopa 2008 en la que Senna barría el medio campo y Xabi le daba el relevo desde el banquillo cuando el físico bajaba. Hay que decidir Busquets o Xabi, Xabi o Xavi. El juego del equipo lo agradecerá.