Hay jugadores cuya progresión parece que nunca va a terminar, que siempre dan un paso más. Es el caso de Pedro León. Murcia, Levante, Valladolid, Getafe, Selección sub-21, Real Madrid. Desde el 2005, en el que debutó con el principal equipo de su tierra, hasta el 2010 cuando fichó por el club blanco siempre incrementó su nivel, jugando mejor, marcando más goles, siendo más importante en el juego.
Todo acabó en San Siro. Posiblemente tras el momento más feliz de su carrera: su primer gol oficial con el Real Madrid y su único gol, por ahora, en Champions League. Dicen que el detonante fue una carrera en defensa que no se produjo, nunca se sabrá cláusula de confidencialidad mediante. El caso es que cayó en desgracia. Y tuvo mala suerte, ocurrió en la plenitud del poder de un entrenador, José Mourinho, al que el club y la prensa, entregada miserablemente, le perdonaban todo respecto a propios y extraños. Incluso humillar a un jugador que, por supuesto, no era Zidane pero que es muy válido para un equipo grande, hasta le prohibió fichar por el Chelsea aludiendo a su falta de nivel. En esa decisión de marginarle influyó que era un jugador contratado por su máximo enemigo dentro del club: Valdano. Su compañero Canales siguió el mismo camino. Una gran confluencia de factores en contra.
Ha tardado un año y medio en recuperar la senda del triunfador en su vuelta a Getafe, después del limbo en el que quedó preso, pero esta temporada va camino de pulverizar todos sus registros goleadores y de asistencias (5 goles y 4 asistencias). Su influencia en el juego del Getafe. F.C. es tremenda y esta vez el equipo parece que si que cree en sus posibilidades de entrar en Europa después del fiasco en la última fase de la temporada pasada. Muchas de sus opciones dependerán de que Pedro León mantenga su nivel en su verdadera vuelta a la élite. O lo incremente dando, otra vez, un paso adelante.
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