No hay organización deportiva en el mundo que trate peor a sus productos que la Real Federación Española de Fútbol. Dirigida desde hace demasiado tiempo por una reliquia como Ángel María Villar la Federación es capaz de permitir que la Copa del Rey sea una competición semiclandestina y que hasta el último momento posible se ignore el lugar y fecha de su final, que la Selección Española tenga que cruzar el Atlántico en el mes de agosto para jugar pachangas en plena pretemporada que no conducen a nada salvo al cabreo del personal o que la competición que ahora nos ocupa se juegue una vez iniciada la Liga y en horarios intempestivos. Los clubes, los principales perjudicados, se empeñan en que esto siga así, ellos sabrán. El caso es que la Supercopa de España de este año, como casi siempre, tendría todos los ingredientes para triunfar por todo lo alto si se la tratara con un mínimo de dignidad. El Barça con su nuevo entrenador y el Atleti sin su antigua estrella se enfrentan para ver realmente como está cada uno a esta alturas de temporada.
El F.C.Barcelona después de endosarle 7-0 al Levante, que salió rendido desde el avión que les llevó a Barcelona, se enfrenta, después de varios partidos de solteros contra casados por Asia y el mencionado anteriormente, a la primera prueba con fuego real del equipo de Gerardo Martino. Sin novedad en el frente de fichajes, Rosell afirmó que un central llegaría antes del 31 de agosto ha tenido que mandar al Tata a hacer su primer papelón para que el presidente, con las manos vacías un verano más, pueda anunciar que el mejor fichaje de este año es... Puyol, poniéndo el asunto al nivel de cuando en los 80 el Real Madrid andaba probando centrales como Tendillo, Ruggieri, Rocha y que tuvo su momento álgido con Spasic obviamente sin solucionar nunca el problema. Un drama la Secretaría Técnica del F.C. Barcelona. En cambio en el campo se elogian prematuramente los cambios que se vislumbran. Y hay un nuevo dogma: La presión arriba. Supuestamente redescubierto en una lectura sesgadísima de las escrituras de Pep. ¿Dónde estaba la presión arriba cuando se jugó al tran-tran una final de Champions que se ganó con Iniesta lesionado? ¿O en el intercambio de golpes puro y duro que resultó la final de Wembley? ¿O cuando se pasó por encima al Santos en el Mundial de Clubes con cinco centrocampistas y Messi simplemente tocando y tocando el balón? Un Barça de Guardiola , el que parece el modelo de Martino, presionaba como si no hubiera mañana, el de su primer año con Eto´o tocando la corneta, el resto cada vez se protegió más tocando el balón cuando el camerunés ya no estaba. En cualquier caso me gustó ver correr a Messi como cuando era un joven ambicioso ganándose los galones y la verticalidad de Cesc y de Pedro. Y sobre todo la INTENSIDAD de todos, que es realmente lo que se había perdido y ha recuperado Don Gerardo. Ahora queda mantenerlo y ponerlo en práctica ante gente de más calidad porque jugar contra Pallardó y Barral no es lo mismo que hacerlo contra Xabi Alonso y Cristiano, Gundogan y Lewandoski o Ribery y Robben.
Por su parte el Atleti llega después de realizar la hazaña más prodigiosa ocurrida el año pasado en el fútbol español como fue la de acabar con demasiados años de complejos antes su gran rival y además en una final de Copa del Rey, parecía imposible. Escribí hace tiempo que una vez lograda la renovación de Simeone se antojaba imprescindible conseguir la continuidad de Falcao. No se consiguió. Pero de un tiempo a esta parte, desde enero pasado concretamente, ya no considero tan decisiva la baja del colombiano. Desde enero porque a partir de entonces la jerarquía del equipo cambió y Diego Costa tomó los galones de estrella y fue el hombre decisivo para que el Atlético de Madrid lograra culminar la mejor temporada en mucho tiempo. Veremos si consigue mantener ese nivel. Siendo brasileño y en año de Mundial que además se jugará en casa apuesto porque incluso le subirá. Además los fichajes de Villa, Baptistao y Demichelis me parecen muy acertados y aunque no se consiguiera "repatriar" al sobrevalorado Diego para dar empaque a la mediapunta esto ha abierto la puerta de muchos minutos a la gran promesa rojiblanca: Oliver. En manos del Cholo puede ser muy grande.
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