Hay jugadores de baloncesto reconocidos por todo el mundo sin discusión, como Navarro o Reyes, gente que haga un partido bueno o malo se han ganado el derecho a que solo se recuerden los primeros. Hay jugadores de baloncesto que no cuentan con ese reconocimiento unánime, que tienen que hacer lo indecible para ocultar sus defectos y resaltar sus virtudes, entre las que se encuentra la genialidad. Uno de ellos es Sergio Rodríguez.
El miedo a lo diferente es un mal de nuestro tiempo. En el baloncesto se llevan los jugadores obedientes, disciplinados, sobrios, gente seria, uniforme. Solo unos pocos tiene el permiso de los entrenadores para mostrar su "locura" y ¡ay del que se sale del carril!: penan con pocos minutos en cancha. Sergio Rodríguez ha tardado en encontrar su sitio, quizás por ambición, lo que no es malo. En Estudiantes quería optar a más que a jugar play off en la ACB, en la NBA a más minutos de los que le ofrecieron sus sucesivos entrenadores, en el Real Madrid a volver a ser lo que una vez pareció que iba a ser cuando parecía imposible. Antes de Ricky estaba Sergio. En el Europeo Junior de Zaragoza 2004 se mostró el futuro del baloncesto español en el puesto de base, luego llegó el maremoto Rubio y el particular vía crucis del canario y mucho de aquello quedó en el olvido.
Pero, después de padecer a Messina como entrenador del Real Madrid y una readaptación al baloncesto europeo que costó más de lo previsto, llegó Laso a su vida y le devolvió la alegría y él trabajó a destajo para superar sus limitaciones y acercarse a su mejor nivel, tanto que pudo volver a la Equipo Nacional a tiempo de que otro italiano le despreciara en el partido más importante de la Historia de la Selección Española, cuando todo el mundo pedía al Chacho en la cancha en la Final Olímpica permaneció en el banquillo. España perdió el partido, no solo por eso, pero también por eso.
Y esta temporada llegó la madurez. Y la madurez en los grandes partidos. No es casualidad que en los dos partidos más importantes de la temporada para el Real Madrid los cuartos de final de Copa del Rey y la Semifinal de la Euroliga, los dos frente al Barça, Sergio Rodriguez haya sido el mejor jugador de su equipo. Él es el base del Real Madrid, por encima de Llull que ayer "gritó" con desesperación que su puesto es el de escolta. Puede que incluso sea el base de España.
En cualquier caso es una gran noticia para el baloncesto español, muchas reválidas después (Y las que quedan) Sergio Rodríguez ha encontrado la forma de superarlas. El domingo tiene otra, como siempre para él.
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