Es la Final de la Copa del Rey de fútbol y para los dos equipos solo vale recordar las victorias.
El Real Madrid porque prácticamente no se acuerda de la última vez que perdió con el Atlético de Madrid ni en esta ni en cualquier otra competición.
El Atlético de Madrid porque debe quitarse ese estúpido complejo que le lleva a perder una y otra vez desde hace demasiados años contra su máximo rival.
El Real Madrid porque prácticamente no se acuerda de la última vez que perdió con el Atlético de Madrid ni en esta ni en cualquier otra competición.
El Atlético de Madrid porque debe quitarse ese estúpido complejo que le lleva a perder una y otra vez desde hace demasiados años contra su máximo rival.
Esta Copa puede ser el último título de la Era Mourinho. Si el Real Madrid no gana todo recuerdo positivo de una época turbulenta será muy lejano después del espectáculo que ha proporcionado en el último mes, casi diría en su último año. Se juega mucho el entrenador portugués: que el madridismo, el no radical, le recuerde con cierto cariño, ni más ni menos. Un derrota sería un broche amargo para alguien que despertó tantas expectativas (no cumplidas).
Habrá partido si el Atleti consigue sobreponerse a su bloqueo psicológico. Si no lo logra la derrota puede ser muy cruel y dolorosa para la afición colchonera, el Real Madrid saldrá a por todas y esta vez lo hará con sus mejores jugadores (salvo los "rebeldes"), nada que ver con su último enfrentamiento
Una vez el Atlético de Madrid fue grande en el Santiago Bernabéu (bastantes veces más, pero hace tanto tiempo...), en una final de Copa, ante el Real Madrid y con mejores jugadores. Aunque quizás los más jóvenes no se acuerden, quizás los jugadores del Atlético tampoco. Algunos solo recuerdan a Hasselbaink y Jose Mari, dos veces al año, sin falta.
Una vez el Atlético de Madrid fue grande en el Santiago Bernabéu (bastantes veces más, pero hace tanto tiempo...), en una final de Copa, ante el Real Madrid y con mejores jugadores. Aunque quizás los más jóvenes no se acuerden, quizás los jugadores del Atlético tampoco. Algunos solo recuerdan a Hasselbaink y Jose Mari, dos veces al año, sin falta.
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