viernes, 1 de febrero de 2013

ALEXIS SÁNCHEZ: TENEMOS MAS DE UN PROBLEMA

He tenido temporadas mejores


Un delantero es muchas cosas pero, sobre todo, es goles. Cuando no hay goles puede haber asistencias, desborde, presión, juego de espaldas, desmarque. Y cuando no hay nada de eso lo que hay es un problema. Alexis Sánchez es, actualmente un problema para el Barça y está creando más problemas que su pobre rendimiento. Es un cuello de botella que obstaculiza la recuperación de Villa y la progresión de Tello y no lo justifica con su rendimiento.

Y debe ser capaz de hacer todo lo escrito arriba porque cuando fue fichado Guardiola se felicitó porque Alexis Sánchez podía dar muchas cosas al equipo. Estamos esperando. Después de una temporada de debut correcta, normal por la lógica adaptación a una competición nueva y a una forma de jugar muy peculiar, esta temporada está siendo desastrosa para el chileno y el run run de la afición culé está ahí cuando falla goles cantados y, en general, cuando está inoperante durante todo el partido. En la estadística, que es lo mensurable según la estadística del Barça presenta unos números de cero goles en Liga, uno en Champions League y dos en Copa del Rey en 1317 minutos entre las tres competiciones. El otro día en unos pocos minutos contra el Real Madrid no hizo nada, ni acertado ni desacertado, la transcendencia más absoluta.
Y el mayor problema no es que no meta goles y juega mal sino que detrás de él, infrautilizado por Tito Vilanova según su rendimiento está David Villa, con el que no se sabe a que están jugando pues ni le dejan que se vaya al Arsenal ni le utilizan todo lo que deberían y siempre en partidos secundarios. El asturiano presenta unos números de cinco goles en Liga y cinco goles en Copa del Rey en 1117 minutos entre las tres competiciones. Menos minutos, mejor rendimiento.No hablaremos de Tello que desborda y marca tanto como Villa en relación a sus minutos. Alexis debería ser la tercera opción.
Alexis Sánchez va camino de convertirse en un nuevo Kodro abrumado por la presión, un Saviola intrascendente en el juego o un Ibrahimovic que no cuajó por su carácter, en este caso por defecto. 36 millones pueden haberse tirado a la basura.


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