En el último minuto y medio de la Final de Copa del Rey de Baloncesto 2014 se produjeron una serie de acontecimientos que lindaron con lo milagroso. El primero que el Barça, en concreto Marcelinho y Oleson, dejó el partido abierto (73-75) cuando ya parecía que el Real Madrid tenía agarrada la Copa con las dos manos. El segundo que el Real Madrid regalara el balón para el empate y que el Barcelona lo consiguiera con Dorsey, Sada, Papanikolau o Nachbar en el campo y cuando sólo se pensaba en defender, una vez más los buenos del F.C. Barcelona no estaban en el momento decisivo, el balón, por fortuna, llegó a Oleson, ayer el único capacitado para encestar y lo hizo. El tercer acontecimiento cuasimilagroso fue que Sergio Rodríguez viera acosado por dos defensas y cuando parecía que ya no tenía ninguna posibilidad de hacer algo correcto a Sergio Llull y le entregara el balón para lograr la victoria.
El Barça llegó hasta donde pudo con lo que actualmente tiene, en un partido más adecuado a su estilo de juego que al del Real Madrid, aún así perdió. En parte porque Navarro (5 puntos) ayer tuvo un malísimo partido, posiblemente el peor en este tipo de encuentros de su carrera. Todo quedó en manos de Tomic (14 puntos) en la primera parte y de Marcelinho (15 puntos) cuando parecía que el partido se iba en la segunda. Como siempre. Oleson (11 puntos) fue el único que aportó anotación más o menos fluida e incluso fue el máximo reboteador del equipo. Durante algunos momentos parecía que Lorbek (9 puntos) iba a ser el de antaño. Algunos momentos.
El Real Madrid tampoco jugó para tirar cohetes. Destacaron los secundarios, Draper en el inicio de la segunda parte con su dinamismo y aportando siempre lo que necesita su equipo y Slaughter que sacó definitivamente del partido a Tomic y Felipe en su papel de hacer lo que debe cuando debe. Llull que anotó la canasta decisiva no tuvo su mejor partido ofensivo pero secó a Navarro. Además tiene la ventaja de contar con Rudy y Mirotic, subidos al carro del caudillaje y en pleno asalto al relevo en el estrellato del baloncesto español. El escolta machacó desde el triple (4 de 5) para lograr 19 puntos y dio un punto más de intensidad en cada acción al juego blanco. Mirotic (17 puntos, 11 rebotes y 3 tapones, 32 de valoración) MVP de la competición fue el jugador más sólido durante todo el partido y el torneo. Se le esperaba desde hace varias ediciones y al final Niko Mirotic salía como uno de los principales damnificados de la competición, esta vez ha dado muestra de su total madurez. Por fín, la Copa de Mirotic. Disfrutemos de él mientras podamos.
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