"Y a todo esto llegará el Mundial de Brasil y nada habrá cambiado porque seguirá la (auto)complacencia y el somos los mejores del Mundo y se dejarán los análisis para cuando la derrota sea no un desastre como esta, en definitiva por la competición en la que ha ocurrido menor, sino una debacle total y absoluta. Entonces dolerá mucho más, cuando se den cuenta de que el Rey está desnudo"
(01-07-2013)
Y la debacle total y absoluta llegó como anunciaban todas las señales desde la consecución de la Eurocopa'12 para el que las quisiera ver. Como se vio claro en la Copa Confederaciones donde en los dos partidos más importantes no se mostró el más mínimo atisbo de superioridad ante Italia y, sobre todo, Brasil ante la que ni siquiera se compitió.
España 1-5 Holanda.
Todo lo que pasó ayer ocurrió hace un año en Brasil. La misma impotencia ante un equipo con menos calidad pero con una idea clara y precisa sobre lo que hacer (Reírse de Van Gaal, modalidad "deportiva" típicamente hispana, que sigan. Es un grande) y una confianza ciega alimentada por un buen resultado. La misma rebeldía para reaccionar al mínimo contratiempo, el primer gol holandés pesó como si fuera el tercero o el cuarto. La misma incapacidad para adaptarse a un equipo físicamente muy exigente, con demasiados jugadores tocados o fuera de forma. La misma esterilidad de una selección que, en teoría, juega al ataque pero que en realidad utiliza el balón únicamente para defenderse esperando un despiste rival, para imponer su innegable y superior calidad. El "catenaccio con balón". Cero agresividad para ir realmente a por la victoria, como si inevitablemente en los 90 minutos fuera a caer de madura, dos remates a puerta en la primera parte, cuando mejor jugó. La misma predisposición a anteponer el agradecimiento a los servicios prestados a los méritos efectivamente realizados esta(s) temporada(s) sin atender a momentos de forma. Los mismos problemas en los jugadores clave de antaño: Xavi y Casillas, lejos de su mejor momento que ya nunca volverá y la misma ausencia de liderazgo de los que tienen que ser sus sucesores: Ramos e Iniesta.
Un año después de un muy serio aviso no se ha solucionado nada, "il dolce far niente" de Del Bosque tuvo su "recompensa" ante Holanda. Es difícil modificar el rumbo cuando estás colgando de un precipicio, una horrible situación para darse cuenta de que has despertado en el mundo real. El Marqués quiso morir con sus pretorianos, con sus pretorianos morirá.
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